Entre los distintos mitos que rondan alrededor del vapeo en búsqueda de su desprestigio, uno de los más ridículos es que un cigarrillo electrónico explota porque es inseguro. Esta idea, basada en casos aislados, falta a la verdad por su reduccionismo y solo infunde miedo.

¿Puede explotar? Sí. ¿Es normal? No. Pero no es por el producto en sí, si no por su manipulación como sucede con cualquier otro dispositivo electrónico. La cuestión está en porque se estigmatiza un vaper y no un teléfono celular, aunque la respuesta no es muy difícil de encontrar.

Irresponsabilidad y negligencia

La frecuencia de noticias sobre la explosión de cigarrillos electrónicos es casi la misma que la de celulares o computadoras, pero la lupa recae sobre los primeros por el inmenso lobby en contra que llevan adelante las empresas tabacaleras.

Sin embargo, podemos notar que hay una similitud entre estos dispositivos y es que todos llevan dentro una batería de litio que motoriza su funcionamiento y ese es el elemento que puede generar accidentes, pero siempre acompañadas del error humano.

Estas baterías son diseñadas para almacenar energía eléctrica mediante capas de material aisladas entre sí para evitar el contacto entre ellas, y por lo tanto eliminar la posibilidad de que se choquen generando una descarga eléctrica que provoque una explosión. Entonces ¿cómo explotan? 

La respuesta es una sola y para cualquier tipo de dispositivo: irresponsabilidad y negligencia. El mal o nulo cuidado, el sobrecalentamiento de las mismas por su errónea carga o por no hacerla con cargadores adecuados o de mala calidad, son los principales errores en su cuidado preventivo.

Entonces no es que el cigarrillo electrónico explota así sin más como se pretende instalar para desalentar su consumo, sino que es la mala manipulación de la batería lo que puede provocar accidentes al igual que con cualquier otra de todo dispositivo electrónico, sin importar cual sea.

¿Cómo cuidar la batería y evitar accidentes?

Una recomendación inicial y fundamental es utilizar los cargadores homologados que vienen incluidos en el kit de nuestro vapeador. Están diseñados exclusivamente para cada modelo en particular y tienen la garantía de ser fabricados con todas las medidas de seguridad necesarias.

Evitar el sobrecalentamiento de la batería es clave, y hay dos situaciones que debemos esquivar. Una es no  someterla a altas temperaturas de ambiente, como olvidarla al sol. Otra es no cubrirla con ningún material mientras la estamos cargando, por ejemplo al cubrirla con algún trapo.

Tu cigarrillo electrónico explota solo si no lo cuidás, y ese cuidado sencillo  debe realizarse de manera frecuente. Limpiar tu dispositivo y no utilizar la batería si la hemos dejado sin usar mucho tiempo, o si la sacamos de otro equipo que teníamos en desuso, ya que puede estar deteriorada.

Por todo esto, volvemos a recomendarte que te pases al vapeo y no hagas caso a toda la desinformación que circula con el solo fin de hacerte creer que un vaper es peligroso, mientras el cigarrillo tradicional circula libremente a pesar de todos los daños que genera.